- Era frecuente que alguien borrara lo que otros habían editado, las ediciones eran anónimas.
- Todas las producciones eran públicas, lo cual no era necesario.
- Los alumnos se estaban perdiendo la posibilidad de aprendizajes que podían servir para su formación como ciudadanos digitales.
No suelo insistir con lo que no funciona. Abrí una cuenta en google para que la compartiéramos entre todos. Esto provocó un nuevo escenario que resolvió algunos problemas y multiplicó las posibilidades en la adquisición de nuevas competencias.
- No sé por qué razón, la frecuencia del vandalismo cayó vertiginosamente. La cuenta es compartida, por lo tanto las ediciones siguen siendo anónimas. Sin embargo, pareciera que el hecho de tener que loguearse desalienta el vandalismo.
- Es un espacio privado. Mis correcciones, los errores, las notas -sobre todo tratándose de niños de 12 años- es mejor que no sean públicas.
- Ahora son ellos los que crean documentos, desde el inicio mismo tienen la responsabilidad del trabajo. Hasta este momento sólo he insistido con la edición del título, pero ya tendré que acostumbralos a organizarlos.
- A mí me resulta muy práctico. (Auto) comparto con mi cuenta personal algunas carpetas y muevo ahí los documentos que tengo que corregir. Por ahora lo hago yo, en poco tiempo espero que aprendan a hacerlo ellos.
- Los cambios recientes en los comentarios, transforman a los google docs en una herramienta ideal para corregir trabajos escritos.
Admito que el comienzo no fue fácil. He escuchado muchas veces que los alumnos no tienen problemas con las herramientas, pero no es así. Por un lado, 36 niños de 12 años compartiendo una cuenta pueden causar mucho caos. Pero, además, es necesario dedicar un momento (en realidad, varios) de la clase a las dificultades instrumentales que sí tienen nuestros alumnos digitales. Cuestiones tan elementales como escribir un título o agregar un doc a una carpeta, otras más sofisticadas (?!) como compartir o publicar, upload o download no vienen por default entre las competencias de los nativos.
- Evitar decirme a cada rato, pero yo sólo enseño inglés. (No enseño tecnología).
- Respetar los tiempos de cada alumno (tan dispares).
- Diseñar estrategias coaching entre pares (a contramano del individualismo).
- Escribir tutoriales (tan aburrido).
- Pautar dejando espacio para la iniciativa individual y la creatividad (difícil equilibrio).
Es muy bueno leer sobre estas experiencias reales Gabriela. Pasa, es común que ello suceda -me refiero a la necesidad de apelar a la paciencia cuando uno quiere bajar los brazos- en situaciones de clase / alumnado REAL. Pasa que cuando se leer sobre ciertas prácticas online, muchas veces todo resulta bárbaro y simple, pero, en un contexto áulico real no siempre sucede todo bárbaramente. Insisto, es muy bueno leer sobre estas cuestiones también. Thumbs up for your sharing ;)
ResponderEliminarGracias Alicia!
ResponderEliminarCuando comencé con todo esto se escribía mucho sobre el final del "sage on the stage", sin embargo cada vez aparecen más "sages" on stages que desconocen por completo la realidad del aula.
Cariños.